28/01/2010

O MEDO





















Thomas Michael Alleman

Emergir do medo ancestral que nos invade
Que nos habita como se fosse um hóspede
Indesejado, uma outra pele sensível oculta
No fundo de nossos sonhos mais elevados
Indecifráveis, o medo contra o qual se luta.

28/01/2010


24/01/2010

SOBRE A DOR


Fighting Fish Studio

Que escrita fica
Do
Espaço
E
Tempo
Da dor
Não dita?

Eduardo Aleixo, in As palavras são de água


21/01/2010

CENTENARIO DE ANTÓNIO PEDRO


Declaró Vasco Graça Moura a la revista Ler, en marzo de 2009, que no gustaba del Libro del desasosiego y que en general Pessoa, pese a su importancia, había ido decreciendo entre las preferencias de lectura de los portugueses.

Ha concluido entonces la "era pessoana"? La pregunta es lícita si se atiende a tales declaraciones. Pero lo cierto es que la industria cultural portuguesa en torno a la obra de Fernando Pessoa sigue imparable. Y aunque las ediciones de sus versos y prosas se acumulen en los anaqueles de las librerías, sea porque el ambiente se ha sobreturado de Pessoa, sea porque la crisis económica impide al público adquirir otros objetos que no sean los de necesidad apremiante, el poeta sigue vivo en las calles de Lisboa.

Un gran cartel se le muestra al transeúnte en la Plaza da Trindade con una cita de sus palabras. Entre las novedades editoriales, los libreros ofrecen la antología Almas e estrelas, que es en realidad selección editada en los años cincuenta y caída en el olvido, y que incluye el ya conocido cuento «O Banqueiro Anarquista»

Estos hechos y algún otro, como la noticia, hace más o menos año y medio, de que desde Harvard, con la anuencia del gobierno portugués, se procedería a iniciar la edición crítica de las obras completas de Fernando Pessoa (basada, se entiende, en los 27.000 manuscritos conservados e inventariados), induce a creer que la "era pessoana" no termina, que continúa, así en el extranjero, donde se le edita, traduce, estudia y lee casi con la misma avidez que en las últimas décadas del siglo XX.

No obstante, los sucesos de estos últimos años parecería que dieran la razón a Graça Moura. Mientras que Saramago absorbe la atención de los lectores foráneos, que Lobo Antunes, entre los de lengua española, está en condiciones de disputarle, Miguel Sousa Tavares viene estremeciendo al público portugués con sus extensas novelas, auténticos best–sellers dentro de esa ola de literatura realista, a un tiempo comercial, que ha invadido al Occidente y que favoreció la divulgación de Eça de Queiroz en las pantallas (Manoel de Oliveira, por cierto, acaba de presentar en Londres una cinta que adapta el relato queiroziano «Singularidades de uma Rapariga Loura»), y la reedición de sus libros.

Precisamente, tras la huella de Os Maias, la obra cumbre de Queiroz, escribirían sendos relatos siete autores portugueses en un libro, Eça Agora, editado en 2007. Pero un acontecimiento más, aparte de de la tendencia de "crítica de costumbres" a la manera queiroziana que revela este libro, podría parecer que va a desalojar de la escena literaria a Fernando Pessoa.

Con la sesión evocadora de la figura y la obra de Jorge de Sena en el teatro lisboeta de San Carlos, en julio de 2008, se dio la posibilidad del traslado de sus restos mortales a Portugal. Del envío de lo que suele llamarse el espólio de su obra (manuscritos, textos mecanografiados o inéditos, cartas, etc.) había tratado la Fundación Calouste Gulbenkian y durante estos últimos años la viuda de Sena aceptó en que se transfiriera el material ya recibido a la Biblioteca Nacional del modo en que oficialmente se había acordado. De ahí que a mediados de este 2009 en dicha biblioteca se abriera la exposición de algunos objetos integrantes de dicho espólio.

Entre tanto se concretaron los preparativos para el traslado de sus restos. En un principio se previó la fecha del 10 de septiembre, día en que se celebraría la ceremonia de homenaje en la Basílica da Estrela antes de llevar el féretro al Cementerio dos Prazeres. Pero el día 8 se comunicó oficiosamente que se había cambiado la fecha para el 11 de septiembre.

Decisión que, por las coincidencias, parece adquirir algo así como carácter de destino. Porque la fecha del 11 de septiembre es una fecha tristemente señalada, de todos sabida. En el Cementerio dos Prazeres los restos mortales de Jorge de Sena se deslizaron, en silencio, hacia el nicho que sellaría la misma lápida que los había guardado en el Cementerio do Calvario de Santa Bárbara (California) desde 1978. En silencio porque los ruidos de los otros acontecimientos pusieron en sordina el sepelio y homenaje que lo había precedido.

En primer lugar, el día de por sí se prestaba a que la atención pública estuviera embelesada en los recuerdos que los medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, suministraron de tan infausta fecha. Por otra parte, localmente, los análisis de los debates políticos, televisados la noche anterior, eclipsaron cualquier suceso que no fuera relativo al curso de las inminentes elecciones, por lo que los asuntos culturales pasaban a segundo plano. Ello explica cierta circunspección. Pese a que el diario portugués Público traía en esa fecha la noticia del traslado de los restos, con una entrevista a Fazenda de Lourenço en dos páginas.

En el Diário de Notícias, en el espacio correspondiente, se hacía ver que el Ministro de Cultura consideraba necesaria la reconciliación con aquellos escritores de lengua portuguesa que habían abandonado el país "por diversas razones", como era el caso de Gabriela Llansol o José Rodrigues Miguéis (cfr., referencia a Miguéis en Incidencias... [6]). Y, en efecto, durante su discurso en la Basílica da Estrela, el ministro reiteró la idea de la reconciliación a propósito de Sena. Digamos que su regreso constituía el cierre de una herida, abierta por un exilio voluntario en 1959 y que vendría a cicatrizar con el reposo de sus restos definitivamente ahora, cincuenta años después.

Definitivamente? En realidad, el Ministro de Cultura, ya en el Cementerio dos Prazeres, rectificaría al decir que no era necesaria la reconciliación. Porque Sena, escribiendo en portugués, había llevado consigo siempre a la patria, su patria había sido la lengua portuguesa, con lo cual se volvía a la frase famosa de Fernando Pessoa. Pero, en verso y en vida, Sena lo había dicho bien:

Yo mismo soy mi patria. La patria
de la que escribo es la lengua en que nací por azar
de las generaciones.

No parece incongruente este final, aunque plantee interrogantes y deje en barbecho a un poeta que confesó en otro verso de un primer libro de poemas: "Siempre me supo a destino mi vida".

Las circunstancias no le resultarán más propicias a António Pedro en el año de su centenario.

António Pedro da Costa, poeta originario de Cabo Verde, había nacido el 9 de diciembre de 1909 y murió el 17 de agosto de 1966. Además de poeta, fue novelista, dramaturgo y escenógrafo, crítico de arte, pintor, escultor, ceramista, editor, promotor cultural... (demasiadas facetas para una sola persona, según se juzga en el medio cultural portugués que, al igual que en España, se estima que sólo debe cumplirse un papel y una función).

Si a esa reprobada versatilidad se añade que la larga sombra dominadora de Mário Cesariny se extiende por la historia del movimiento surrealista en Portugal, tenemos que el nombre de António Pedro se difumina en el relato de los sucesos. Aun cuando figurase desde los inicios en que dicho movimiento adquiría el cariz de facción organizada en 1947, junto al mismo Cesariny (entonces Cesariny de Vasconcelos), José–Augusto França, Alexandre O'Neill y otros.

Peor aún si tomamos en cuenta que su novela Apenas uma narrativa (Sólo una narrativa) se publicó en 1942, por lo que cronológicamente debiera conceptuársele como el primer autor de una obra surrealista y, por tanto, situarlo en el centro de una polémica que envuelve a Cesariny, a França y a Sena mismo —que "nunca se deseó ni pretendió precursor de cosa alguna", etc.—, entre otros.

Pero ante las opiniones divergentes, aunque se le reconoce que contribuyó a transformar la novela portuguesa (Fernando Guimarães) y aun se afirma que Apenas uma narrativa es "la primera señal del espíritu surrealista en Portugal" (Nuno Júdice), para los efectos se dictamina que es precursor o ‘pionero’ (Gaspar Simões), o se le sitúa en la "protohistoria surrealista" (P.E. Cuadrado), lo que viene a ser igual, porque se le hace depender de la historia de los surrealistas triunfantes más o menos contada o defendida por ellos mismos.

La verdad de todo, y comprobable, es que António Pedro, iniciado literariamente en Coimbra con la edición de su primer libro de poemas en 1926, colabora hacia 1930 en la revista Presença unos años después. En 1931 y 1932 publica otros dos libros de poemas, y en 1934 y 1935 se une a la vanguardia en París y firma el Manifiesto Dimensionista junto a Kandinsky, Duchamp y Picabia.

Durante la segunda guerra mundial trabaja como locutor en la BBC, en Londres, y participa en las actividades del grupo surrealista inglés. A su regreso a Portugal promueve el surrealismo en compañia de los otros integrantes del grupo de Lisboa que, tras los preparativos de 1947, consolidan sus actividades al año siguiente. Director de la agrupación El Patio de las Comedias, António Pedro fundó el Teatro Exprimental de Oporto en 1953, que dirigió hasta 1961.

Pese a lo enumerado, y aun siendo autor de una docena de publicaciones poéticas, sólo mereció por parte del crítico influyente de la época, João Gaspar Simões, menciones desdeñosas. Aunque, ciertamente, confirmase que António Pedro era "el más completo ‘hombre de teatro’ de las artes y las letras portuguesas" que se había dado en la primera mitad del siglo XX.

Las antologías prolongan esa desatención. De modo excepcional, Jorge de Sena lo incluiría con honores en Líricas Portuguesas (3a serie, 1958). Pero, por ejemplo, la muy instructiva de Perfecto E. Cuadrado, si bien ofrece una valiosa semblanza de su figura en el estudio introductorio, no lo incluye en la selección y sólo lo consigna en la bibliografía.

En el número 23 de la revista canaria La Página, dedicado a la poesía portuguesa del siglo XX, se halla traducida la semblanza mencionada en el artículo en que Cuadrado expone de modo más breve la historia del surrealismo en Portugal. Sólo añade a continuación: "Mário Cesariny ha negado siempre que António Pedro sea surrealista: sin serlo propia o profundamente, no puede negarse, sin embargo, que su figura y su obra deben vincularse, al menos en una determinada etapa, a la aventura surrealista portuguesa".

Es obvio que este juicio sujeta la valoración de Pedro al dictamen de Cesariny y sirve de justificativo a su exclusión en la cuarta parte de la antología aparecida en el siguiente número de la La Página. Es de notar, por cierto, que Alexandre O'Neill, como Pedro uno de los fundadores del Grupo Surrealista de Lisboa, sí figura en la antología. Pero el poema escogido, el famoso «Um Adeus Português», no es surrealista y más bien representa la etapa en que O'Neill había dejado de serlo. Además, el mismo título de la antología («Cien años...») podría hacer creer que los versos de António Pedro se incluyen en cualquier otra parte de ella. Ausencia completa.

Triste y curioso destino este otro, de un poeta que, autoconsciente, decía de sí: "No tiene lo que se llama un modo de vida y corre siempre entusiásticamente hacia donde la vida lo llama".

(Véase la versión al castellano de un soneto suyo en Poemas.)

[Reprodução, quase completa, sem os links do original, de um trabalho publicado na Revista Digital HARTZ]

14/01/2010

POEMAS MANUSCRITOS


O meu amigo, de longa data, Eduardo Aleixo, divulgou alguns poemas e a capa do livro que intitulei de Poemas Manuscritos dado à estampa, como edição de autor, pelo último Natal. Também, pelo menos, Maria do Rosário Fardilha publicou dois poemas no Divas & Contabaixos. Os meus agradecimentos pela atenção que torno extensível a todas, e todos, que me fizeram chegar mensagens por outros caminhos.

08/01/2010



Pamela Creevey

Gostamos muito de uma mulher amamo-la
até ao dia fatídico em que o cansaço nos faz
desencantar dela ou ela de nós e morremos
da única forma como se morre, Esquecendo

8/1/2010

07/01/2010

AS NOTÍCIAS





















Krista Elrick

As notícias são a morte do conhecimento real
do acontecido, a representação veloz da sorte
anunciada, uma verdade no altar, publicidade
não solicitada, E cheiro a vómito a toda a hora

8/12/2009