Tria Giovan
A Helena publicou hoje um poema de Raúl H. Novás. Na minha ante leitura da antologia “Las Palavras son Islas” tinha sublinhado um verso do poema “Muerte de un Payaso”: “Dime madre es que no soy yo mismo?” e o poema: “Hacia País Inaccesible” que aqui deixo num formato adaptado a este suporte:
VIII
“Señores, un viajero de paso …
podrá estar con ustedes hasta mañana,
solo hasta mañana, por última vez, en este cuarto?”
Los hermanos Karamazov, VII, vii.
Y no podré decir nunca cómo éramos
aquella vez en que cenamos juntos, fiel, amablemente …
Éramos jóvenes, sí, y estábamos alegres. Nunca
fuimos tan jóvenes, y hablábamos de nada, sonriendo.
Allí, unos a otros, nos dimos la mirada, las voces
y todo nos hacía recordar lo futuro, y yo temblaba.
“Y tú, tú sola, qué dijiste entonces, di,
oh, sin duda
no era nada importante, ya es muy tarde, sin duda
ya no importa
que no fuese nada interesante,
pero dime aún, di, es tan puro
verte sonreír…”
Y no alentamos, lo adivino,
cada qual en su alta prisión,
verdad? Y aun escuchando y pensando
cada cual en una llave, afirmaremos,
afirmaremos que existe una prisión?
Señores,
un minuto
Señores
(termina la cena, algo muy grato tenía que decirles …),
sólo un momento, una vez más.
Aquí.
Sólo una vez, amigos, y siempre.
Hasta mañana.
Raúl Hernández Novás
A Helena publicou hoje um poema de Raúl H. Novás. Na minha ante leitura da antologia “Las Palavras son Islas” tinha sublinhado um verso do poema “Muerte de un Payaso”: “Dime madre es que no soy yo mismo?” e o poema: “Hacia País Inaccesible” que aqui deixo num formato adaptado a este suporte:
VIII
“Señores, un viajero de paso …
podrá estar con ustedes hasta mañana,
solo hasta mañana, por última vez, en este cuarto?”
Los hermanos Karamazov, VII, vii.
Y no podré decir nunca cómo éramos
aquella vez en que cenamos juntos, fiel, amablemente …
Éramos jóvenes, sí, y estábamos alegres. Nunca
fuimos tan jóvenes, y hablábamos de nada, sonriendo.
Allí, unos a otros, nos dimos la mirada, las voces
y todo nos hacía recordar lo futuro, y yo temblaba.
“Y tú, tú sola, qué dijiste entonces, di,
oh, sin duda
no era nada importante, ya es muy tarde, sin duda
ya no importa
que no fuese nada interesante,
pero dime aún, di, es tan puro
verte sonreír…”
Y no alentamos, lo adivino,
cada qual en su alta prisión,
verdad? Y aun escuchando y pensando
cada cual en una llave, afirmaremos,
afirmaremos que existe una prisión?
Señores,
un minuto
Señores
(termina la cena, algo muy grato tenía que decirles …),
sólo un momento, una vez más.
Aquí.
Sólo una vez, amigos, y siempre.
Hasta mañana.
Raúl Hernández Novás
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